El pasado lunes 15 de agosto la sección “Día 1” del Comercio, presentó un informe especial donde se tocaba el tema de la infraestructura y competitividad en una ciudad como Lima, la importancia que esta ciudad tiene, el potencial para convertirse en un hub sudamericano y una medición en varios aspectos gracias al Mc Kinsey Global Institute (MGI). Una mejora en infraestructura se traduce en mejora de tiempos, reducción de costos y con ello empresas peruanas más fortalecidas. Lamentablemente, Lima aparece en el penúltimo puesto de las ciudades analizadas por la MGI, lo que significa que somos una de las ciudades menos competitivas de la región, algo que es preocupante, dado que, según estimaciones, para el 2025 más de la mitad de la población limeña generará casi el doble de lo que ahora genera, esto es igual a que los limeños demandaremos más productos, que tal vez nuestra ciudad no esté en capacidad para poder sostener, como más autos, más servicios como internet, luz, agua, etc. Lo peor, es que a falta de infraestructura, se hará cada vez más costoso vivir en una ciudad como Lima, sin que el valor del suelo necesariamente haya subido y si a esto le sumamos la falta de áreas verdes, un problema del tránsito en crecimiento, esto se podría convertir en un grave problema, haciendo que Lima quede en el olvido como el hub que ahora se piensa que puede ser.

Hoy en día, ninguna gran corporación tiene a Lima en su radar porque no han retomado, en lo que va del año, la inversión en infraestructura, que había comenzado la anterior gestión, y ello preocupa, dado que Lima tiene un potencial enorme para ser un hub, por su perfecta ubicación geográfica; sin embargo, la actual gestión se preocupa por temas secundarios y la eficiencia se ve menguada por debates sin sentido, en lugar de tercerizar los proyectos de infraestructura que son urgentes.

Otro problema es la gran informalidad, que desalienta a las grandes corporaciones a invertir en Lima, aquella, que gracias a la subida de sueldos promulgado por el actual gobierno, seguirá aumentando, sin que se haya propuesto un plan para reducirla, esta seguirá aumentando.

Es ahora cuando las grandes obras públicas en Lima se deben dar, no sólo porque estamos con el tiempo y una obra de gran envergadura tarde entre tres o cuatro años a más, sino porque tenemos un mundo que entra en recesión y porque en veinte años más los limeños serán otros

Lima, tiene dos problemas graves en la actualidad; el primero, es la seguridad y el segundo, es el transporte, con el primero, la municipalidad no puede hacer mucho si no tiene un trabajo conjunto con la PNP, pero el segundo, si es un problema donde la municipalidad tiene toda la responsabilidad.

Hoy en El Comercio, se le hizo una entrevista a Rodrigo Cuba, ex titular de la GTU de la Municipalidad de Lima, una de las preguntas que se le hizo fue ¿Por qué no se culminó el retiro de las rutas de transporte que compiten con el Metropolitano? El respondió que cuando se fue había un cronograma, que cada mes se iban a ir sacando poco a poco las rutas hasta Julio, pero desde ese mes se ha paralizado, pero no sólo eso sino que se han agregado más rutas, si antes tenían que sacar a 44 empresas, hoy tienen que sacar a 77. Con respecto al bus patrón, él señaló, que estaba dentro de los planes de la anterior gestión, pero a largo plazo, la actual gestión ha cerrado las puertas a los transportistas, que habían cambiado sus unidades y que habían pedido créditos por cuatro años, ahora deben de cambiar al bus patrón, nadie sabe qué pasará con ellos.

Ahora si analizamos el video, que es del 18 de Julio, la actual titular del GTU, señala que ya no iban a entrar más rutas; sin embargo, han entrado 33 ¿Qué paso?

Sin lugar a dudas, ese 60% de desaprobación a la mala gestión de la actual alcaldesa tiene motivos, si bien la parte social y cultural que a duras penas a podido mover la actual alcaldesa, ha podido cautivar a los que aprueban su gestión, existe un grueso, que sabe que Lima tiene un potencial enorme para ser explotado, pero que con poca capacidad empresarial, Lima no se va a mover, esta necesita de un gestor capaz y útil, que la impulse a ser competitiva, con ello se generará más inversión y más peruanos se beneficiarán, sino esta seguirá como ahora.